Desde 1981, la tradición y la artesanía han marcado la seña de identidad de Pastelería Raquel. Un pequeño negocio familiar de la madrileña ciudad de Torrejón de Ardoz, cuyo artífice es Bautista Menchero, quien ha dedicado toda su vida al arte de elaborar pasteles, pastas y otros dulces.
Ya de niño ayudaba en el horno que su familia tenía en el pueblo toledano de Mora. Era costumbre que las gentes llevaran allí las materias primas: leche, huevos, manteca y la harina, para que después Bautista y su familia les preparasen los dulces que encargaban.
Con 14 años aterrizó en Madrid, donde comenzó a trabajar, y estuvo como aprendiz durante diez años, en una pastelería muy pequeñita cerca del puente de Toledo a cargo del pastelero Don Manuel Moya Escalonilla. Y fue allí donde tuvo su primer contacto con la repostería típica de la capital.
Su juventud unida a su inquietud y su afán por seguir aprendiendo de este oficio, le condujeron a probar suerte en varias pastelerías, algunas de ellas de las más prestigiosas de Madrid, como Casa Núñez y Mallorca, labrándose una gran experiencia en este sector. Una experiencia que más tarde se tradujo en la década de los 70 en la aventura, de constituir una sociedad con tres socios, Tartas de Torrejón, cuyas tiendas estaban situadas en las calles Soledad, Las Rosas y en la antigua estación de tren del municipio.
Diez años después, Menchero continuó con este viaje por su cuenta y decidió montar su propio negocio también en Torrejón.
En 1981 abrió Pastelería Raquel en la calle Lisboa, 29; cuyo nombre está dedicado a su hija. Posteriormente, con el objeto de tener unas mejores instalaciones y dar un mejor servicio, se trasladó al número 25 de la misma calle.
Su mujer Luci Gómez, quien siempre ha apoyado a Bautista y le ha ayudado en la medida de lo posible, y una persona de confianza conforman el puzzle de esta golosa tienda.
Sus más de 30 años de experiencia, la elaboración artesal, junto a la calidad de los productos y el trato amable con la clientela son su mejor carta de presentación, consolidándose como una pastelería referente en Torrejón de Ardoz.
Por todo ello, y gracias a la cercanía se han ganado la confianza de un público fijo e incondicional que les encomiendan sus celebraciones más especiales.
La especialidad de Pastelería Raquel son las tartas, los productos de temporada, como el roscón de Reyes, las anguilas y las figuritas de mazapán y los mantecaditos durante las fiestas navideñas; los buñuelos y los huesitos de viento en el Día de Todos los Santos; y las famosas rosquillas ‘tontas’ y ‘listas’, en San Isidro.
Los Peces de hojaldre son un postre típico de Madrid relleno de nata y crema, y también es uno de los productos estrella de Pastelería Raquel.
El secreto de esta respostería es que en todos los productos se utilizan las mejores materias primas, harinas de primera calidad de trigos candeales, huevos frescos y margarinas 100% vegetales.
El chocolate, bajo en azúcares y abundantes licitinados, es uno de los grandes reclamos de su clientela.
Es empleado en muchos de sus productos, pero son las palmeritas de chocolate las que consiguen cada vez más adeptos.
La filosofía de Pastelería Raquel es seguir trabajando duro, siempre intentando mejorar año tras año, pero sin perder de vista en la elaboración el valor de lo artesanal y tradicional en el mundo de la repostería y la panadería.
Mención especial hay que hacer a sus panes que son ‘home made’, lo que les hace ser únicos y diferentes.
Ahora su hija y su hijo han tomado el relevo de la empresa familiar, manteniendo estos principios y combinando lo tradicional con la innovación para poner en alza la repostería de toda la vida.
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